Un hogar tiene que ser un espacio confortable, donde todos se encuentren a gusto viviendo en él. Por eso, el objetivo de la reforma integral de esta vivienda estaba claro: convertirla en un espacio acogedor, luminoso y cómodo.
Después de realizar un estudio pormenorizado de la situación y siempre teniendo en cuenta los deseos del cliente, apostamos por una decoración y un diseño moderno jugando con tonalidades claras y oscuras para conseguir estancias más amplias y dinámicas.
De esta forma, todos los muebles utilizados en la reforma integral de esta vivienda siguen un estilo caracterizado por los contrastes, combinando los colores de tal manera que aporten calidez, pero también rompan con la monotonía del espacio. Los paramentos siguen la misma tendencia. Así, el color predominante es el blanco, pero siempre van acompañados de zonas pintadas en una tonalidad más oscura.
Además, también queríamos aprovechar al máximo cada rincón, por eso se cambiaron los armarios exentos por otros empotrados y hechos a medida que combinan a la perfección con el resto de elementos de la casa. Un claro ejemplo de ello es el guardarropa de la habitación principal: por un lado el color claro de la madera aporta luminosidad y, por otro, sus puertas correderas consiguen una gran optimización del espacio.
La renovación del baño de la habitación principal se inspira en la estética de un spa buscando siempre funcionalidad y elegancia. Para lograrlo diseñamos una zona abierta en la que se le da el máximo protagonismo a la bañera y añadimos azulejos azules y blancos, ambos colores asociados a la relajación. Así, lo que podía ser un baño al uso, se convierte en un espacio íntimo y perfecto para desconectar después de un duro día de trabajo.
En definitiva, con la reforma integral de esta vivienda se consigue un hogar con personalidad propia y con todas las comodidades necesarias para una familia.