En el diseño de esta cocina de grandes dimensiones hemos integrado en un solo espacio dos ambientes diferente, el comedor y la zona de trabajo. Este espacio se consigue añadiendo el lavadero e integrándolo dentro de la cocina, reduciendo las separaciones y aumentando la luminosidad.
Para llevar esto a acabo es necesario crear un trasdosado en los paramentos de fachada del lavadero, que aísle la cocina del exterior al igual que el resto de paramentos. Además, también se cambia la carpintería metálica por una con rotura de puente térmico, lo que aumenta la eficiencia energética de la vivienda, al no tener pérdidas de calor por las ventanas. También se instala falso techo en toda la cocina que nos ayuda a aislar y a igualar las alturas en toda la cocina.
En la zona de trabajo nos encontramos, en el centro, con una isla de grandes dimensiones y encimera de piedra negra, donde está situada la campana decorativa, la placa y el fregadero bajo encimera, lo que la convierte en la zona principal de la cocina. Además en el frontal también cuenta con una barra perfecta para desayunar. Las puertas blancas de esta isla contrastan con las puertas negras de la zona de columnas que se encuentra situada a un lado de la isla. En esta zona de columnas nos encontramos con el principal espacio de almacenamiento, donde dentro de los muebles contamos con sistemas extraíbles y otro tipo de herrajes que nos garantizan el orden y la comodidad a la hora de guardar o buscar la mercancía.
El punto diferenciador de esta cocina lo pone el vinilo, con una escena natural, que ocupa la pared enfrentada a la zona de columnas que es un elemento común de los dos ambientes tanto del comedor con de la zona de trabajo.