Podemos pensar que la sostenibilidad o cosas como el ahorro energético en nuestro hogar nada tiene que ver con nuestra forma de vida y que, en todo caso, si algo hay que cambiar para tener una vida más sostenible es el tipo de industria o invertir mucho dinero en productos tan ecológicos como caros.
Hoy en nuestro blog queremos hablaros de la posibilidad de una sostenibilidad asequible, es decir, poder llevar una vida más respetuosa con el medio ambiente a partir de unos cuantos cambios en nuestra rutina diaria y en nuestra vida doméstica. Para ello, explicaremos que es posible ahorrar sin tener que gastar más, para así romper ese mito de que una vida sostenible es más cara y sólo algunas personas pueden permitírselo. Sí y más que sí, una vida más sostenible es asequible.
Sostenibilidad asequible para todos
Está claro que ciertas cosas como los nuevos electrodomésticos realizados con la tecnología más avanzada, muy optimizados para ser sostenibles, es muy probable que al principio no sean accesibles a todos los bolsillos, ¡pero todo se andará! En todo caso hoy te dejamos algunas sugerencias para ser más respetuoso con tu entorno y, al mismo tiempo, con tu bolsillo, puesto que muchas medidas repercutirán en tu economía doméstica.
Algunos números sobre el consumo de energía
Según los expertos el 25% de la energía que se gasta es de uso doméstico, es decir, en nuestros hogares. Además, el 10% del gasto de agua dulce es doméstico. Por tanto, sí, es importante optimizar nuestro gasto y uso diario de energía.
La iluminación
Tan básico como importante, en plena era de los LED debemos utilizarlos o, en su defecto, usar bombillas de bajo consumo. Esto supone un gran ahorro y es cierto que su uso está ya muy extendido dado que desde el pasado uno de septiembre se ha prohibido la fabricación de bombillas halógenas en Europa.
Los LED tienen una duración más larga. Su vida útil es mucho mayor que las bombillas de bajo consumo. Al parecer no contiene tampoco elementos tóxicos, así que son más ecológicas y sostenibles. Eso sí, son un poco más caras, pero, a la larga, compensa usarlas.
El diseño de la lámpara
Sin embargo, conviene recordar que el diseño de la lámpara también importa y te ayudará a sacarle más partido y a desperdiciar menos luz según tus necesidades lumínicas. No es lo mismo una lámpara de estudio que una lámpara de salón. Conviene usar la iluminación adecuada en cada momento para no desperdiciar luz ni energía. Debes planificar bien qué tipo de iluminación quieres para tu hogar dependiendo del uso que le des a cada estancia. Para ello también debes pensar en el número de enchufes y tomas eléctricas que necesitas en cada habitación de casa.
Diseña bien tu casa
Además, recuerda que la luz natural es gratis, da mucha vida y hace más confortable tu vivienda. Por ello, cuando realices una reforma intenta aprovechar para sacarle el mayor partido posible. Ahorrarás energía tú y el planeta, haciendo tu vida cómoda.
La temperatura de tu hogar
¿Eres de esos que va en camiseta de tiras en invierno por la casa y se asa de calor durante el invierno? Pues ya es hora que bajes un poquito la calefacción. Durante los meses de invierno la temperatura del hogar debe de ser de unos 21 grados por el día. Por la noche, un poco menos, unos 17. No hace falta más. No son buenas las temperaturas excesivamente cálidas, además producen un contraste con el exterior muy fuerte.
Si tus ventanas son muy antiguas y filtran aire es imprescindible que uses las persianas y las cortinas como aislantes. Una cortina gorda puede ayudarte a mantener la casa caliente en invierno y fría en verano.
En verano, tampoco hay que pasarse con el aire acondicionado, con 26 grados llega. Es más, el aire acondicionado hay que evitarlo siempre que se pueda. Si no vives en un lugar muy caluroso simplemente no lo tengas.
La etiqueta energética
Ahora todos los electrodomésticos cuando los venden especifican la clase energética al que pertenecen. La mejor es la A o las A++ y la A+++. Los aparatos eléctricos de estas categorías consumen mucho menos y supondrán un buen ahorro en tu economía familiar.
Por lo tanto, en la medida de tus posibilidades, puedes ir cambiando tus viejos electrodomésticos por otros más sostenibles.
Así que ya sabes, la sostenibilidad asequible es posible, ahora depende de ti el cambiar de hábitos y llevar una mejor vida. Recuerda que los más peques aprenderán contigo.