Posiblemente no seamos los primeros en decírtelo pero, si quieres realizar una reforma en tu vivienda y no morir de desesperación en el intento, es importante tomar una serie de precauciones.
El mercado inmobiliario
Como seguramente ya sepas, aunque ahora el mercado inmobiliario esté repuntando, la tendencia actual de reformar en lugar de comprar nuevas viviendas se mantiene. Pese a que el número de ventas de las viviendas continúa prácticamente a la mitad de las vendidas durante los años álgidos de la burbuja inmobiliaria, parece que desde 2014 el mercado inmobiliario se recuperará.
Reformar sigue siendo una buena opción
Esto se debe a que una reforma siempre se puede ajustar más a nuestro presupuesto si lo que necesitamos es un espacio para vivir o trabajar. Debido a esto, recomendamos que antes de comprar una vivienda u local nuevo veamos las opciones que tenemos detenidamente. Se pueden encontrar buenos precios y reformar a costes muy económicos sin acabar con una gran deuda. Lo cual será muy beneficioso para nuestra economía familiar o de nuestra empresa.
Dicen los expertos que, tras nueve años de retrocesos, en 2017 aumentarán las ventas, y que ahora los precios vuelven a situarse a niveles del 2004. Ya veremos qué pasa; en todo caso, se seguirán reformando muchas viviendas, y sobre eso queremos hablarte.
Por ello te vamos a mostrar una serie de consejos a la hora de emprender la reforma de tu hogar, extensible a otro tipo de inmuebles.
Consejos para tu reforma
1.- ¿Qué es lo que realmente necesitas?
Esta parte parece la más obvia y, sin embargo, es la que a veces se pasa por alto siendo la más importante. Por ello recomendamos que te marques unos objetivos claros e investigues y te informes de cómo resolver mejor tus necesidades. Consulta con los expertos que haga falta.
Puedes realizar una pequeña investigación tu mismo. Recopila información e imágenes de internet, revistas, saca fotografías a cosas que veas que te interesen, anota información de interés… Todo ese material puede ayudarte a ti a tener una idea de lo que quieres y también ayudará a los profesionales que te asesoren a aconsejarte y guiarte en todo el proceso.
2.- La “obra seca”. Es una muy buena opción en el caso de que quieras reformar tu vivienda para un alquiler o similar, o incluso tu propia casa.
Ventajas de la obra seca en tu vivienda
Se caracteriza por ser limpia, rápida y muy resultona. Es decir, muy cómoda y eficiente. En la construcción en seco no se utilizarán técnicas y materiales húmedos que necesiten secados, de ahí gran parte de sus ventajas. En su lugar se utilizan las llamadas técnicas secas: pegados, ensamblados, etc. Podremos vivir en la vivienda cómodamente mientras se realiza la reforma.
Los albañiles ya no serán el ser odiado en toda reforma. La obra seca es una forma de trabajar poco agresiva, lo que reduce considerablemente el estrés que produce este tipo de trabajos en nuestro hogar.
Para realizar reformas de obra seca existe gran variedad de diseños y materiales en el mercado. Puedes encontrar modernas y elegantes soluciones que combinan texturas o papeles pintados que adornan elementos prefabricados empleados para levantar tabiques, poner suelos, remodelar fachadas, recubrimientos, etc.
Los trabajos secos se realizan en mucho menos tiempo que una obra convencional. Muchas veces se aprovechan elementos ya existentes o se colocan sobre ellos otros nuevos, con lo cual se reduce el tamaño de la obra. Ganamos tiempo y ahorramos dinero.
3.- Si, por ejemplo, vas hacer una reforma en Vigo, Ourense u otro lugar de la hermosa comunidad gallega, ¡ten en cuenta siempre las lluvias y las humedades! Coméntaselo al profesional que te asesore y asegúrate de prevenir con eficiencia la humedad para evitar futuros problemas que pueden destruir todo el trabajo realizado.
4.- El cálculo de gastos es fundamental. Procura llevar un control desde el principio; si no, a la larga puedes verte en problemas indeseados. Es importante que busques qué tipo de licencias necesitas y cómo debes establecer tu relación con los vecinos.
5.- Busca varios presupuestos. Busca, compara, y si encuentras algo mejor, compra. Sí, pero sin excederse.
Es bueno tomarse un tiempo en buscar y comparar precios, pero esta tarea tampoco debe ser infinita. Puedes caer en el desánimo muy pronto y, ¡cuidado! en cualquier reforma lo que se necesita es precisamente ánimo, sobre todo si se trata de una reforma integral o rehabilitación. Procura preservarlo.
6.- ¡Pide contrato! Puede que sin contrato te salga todo más barato, pero no abarates costes aquí. El contrato es tu garantía y evitarás muchos quebraderos de cabeza.
Pocas cosas causan tanto estrés y desesperación en un propietario o inquilino como la reforma de la vivienda. No te eches las manos a la cabeza todavía, ¡sobrevivirás! Siguiendo ciertas pautas, como las que te hemos aconsejado, puede resultar una tarea apasionante y creativa, cuyos resultados harán tu vida más agradable.