Estamos en Semana Santa y es probable que te hayas ido de viaje a un exótico lugar o de camping a la playa más cercana. O puede ser que tengas una segunda residencia para pasar tus vacaciones y tiempo libre.
Segunda vivienda
De esa segunda vivienda, con la que siempre soñaste, queremos hablarte hoy. Sabemos que no todo el mundo la tiene, sólo alrededor del 25% de españoles posee una, para retirarse con su familia o amigos del mundanal ruido. Estas viviendas suelen estar en lugares más bien apartados o turísticos cerca de la playa, en el campo o la montaña.
Sea cual sea su ubicación, es una casa en la que se invierte mucho dinero e ilusión. Por ello, cuando vayas a comprarte una segunda vivienda, presta mucha atención a todos los detalles. Desconfía de las gangas en el mercado y haz un buen estudio previo antes de lanzarte a la compra. Es decir, cerciórate de que la casa está en buen estado. Además siempre es aconsejable conocer previamente el lugar, saber si está bien comunicado, que pueblo o ciudad está cerca, y con que infraestructuras cuenta el sitio donde se ubica.
Procura informarte también de la posible evolución urbanística del lugar para asegurarte de que, a largo plazo, es ahí donde te conviene invertir. Por supuesto, todo esto sería prudente que lo hicieras asesorado por un profesional.
La segunda vivienda suele ser esa casa donde todo lo que te va sobrando lo guardas. Es habitual decorarla con cosas viejas o en desuso. Nos parece muy buena idea la reutilización y el reciclaje, te ayuda a economizar un buen dinero y además le das una nueva vida a cosas que ya estaban olvidadas. Simplemente procura no pasarte y que tu segunda vivienda no parezca un almacén. Está bien reutilizar los muebles y electrodomésticos, pero no de cualquier manera.
Personaliza tu segunda vivienda
Es cierto que las segundas viviendas suelen tener un estilo más sobrio, menos caluroso, como si a la casa o apartamento le faltase alma. Esto se debe, en parte, a que llevamos cosas que no usamos o que no nos gustan demasiado. Para contrarrestar este efecto no está de más llevar cosas personales que le den carácter al espacio y que te hagan sentirte también en tu hogar. Puedes utilizar fotografías, cuadros, objetos a los que les tengas cierto apego.
Si es una segunda vivienda que utilizas a menudo, es decir, fines de semana y vacaciones, te será mucho más fácil dotarlas de cierto encanto hogareño. Por el contrario, si es una vivienda a la que sólo vas una vez al año es más complicado. En este caso suele primar la funcionalidad y sencillez. Tampoco vas a invertir un dineral en algo que sólo usas una vez al año.
Sí que es recomendable que las reformas o cambios de decoración en la segunda vivienda sean de la mayor calidad posible dado que, al no estar allí, no puedes ir manteniéndolo a lo largo del año. Busca cosas sencillas pero duraderas.
Alfombras
¡Ah! Cuidado con los tapices o alfombras, no son muy recomendables en segundas viviendas que se quedan vacías once meses al año. Las alfombras y tapices acumulan polvo y mucha porquería, y dan bastante trabajo a la hora de limpiarlas, ¡y no nos gusta limpiar! En tu lugar las evitaríamos.
En general es importante que los muebles que utilices sean sencillos y fáciles de limpiar. No suele gustar pasarse las vacaciones limpiando la casa. Y cuando toca ir o volver, es mucho más sencillo dejar las cosas bien guardadas y protegidas. No te pases comprando electrodomésticos. Si vais pocas veces corren el riesgo de estropearse del poco uso o por problemas de aislamiento.
Si vas a invertir una buena suma de dinero en la adquisición de la vivienda, y vas a pedir una hipoteca, recuerda que lo recomendable es que la cuota no supere el 30% de tus ingresos. Antes de ir el banco busca un buen asesor para que no te arrepientas o tengas desagradables sorpresas en un futuro.
Si crees que es tu momento para comprarte una segunda casa, recuerda que tienes un amplio abanico de posibilidades, tanto de nueva construcción como de segunda mano. Y, sobre todo, no olvides que el emplazamiento es uno de los factores más importantes. De él depende que vayas a disfrutar la vivienda y que no pierda valor tu inversión inicial.