El confort
Pasa desapercibido, no se ve, no se toca, pero se siente. Podemos ver imágenes, oler ciertos perfumes, o ser sensibles a algunas cosas que nos trasmiten determinado confort, pero la verdad es que, sentirse cómodo y a gusto, depende de muchos factores. Y qué importante es sentirse cómodo en un lugar, y volver a él porque sabemos que es confortable. A los sitios que nos resultan incómodos no volvemos.
Cuando pienses en la decoración necesaria para tu hogar o centro de trabajo, no olvides que las reformas que lleves a cabo deben solucionar también aspectos relativos a su comodidad.
Para una casa, para tu hogar
Espacios comunes
No olvides diferenciar bien los espacios comunes, los de tránsito de los privados. En los espacios comunes debes procurar que el equilibrio entre decoración y comodidad sea muy bueno. Ten en cuenta que no sólo tú vas a utilizar ese espacio: el resto de las personas que viven en la casa también lo harán, así como las visitas.
Los olores
Un elemento que, a veces, no se tiene en cuenta (y muy importante en el confort), es el olor. Procura mantener la casa bien aireada. Además, puedes añadir fragancias con diferentes tipos de objetos. Desde velas decorativas de colores (existen de mil tipos, si empiezas, no pararás), hasta plantas aromáticas secas dentro de todo tipo de jarrones, botes, vasos, vasijas, ceniceros, etc. Lo bueno es que encontrarás, tanto las velas como las hierbas, todos los estilos posibles. Desde velas y jarrones completamente barrocos a velas minimalistas y hierbas dentro de esferas de cristal.
Utiliza también plantas, en jardineras o macetas, que doten de vida los espacios de tu hogar. Cambiarán el olor rancio de los espacios cerrados además de aportar color y calidez a tu hogar. Harán que sea un espacio agradable en el que deseas estar. Las plantas le dan vida a los espacios muertos y más lúgubres de la casa.
Existen plantas para todo tipo de personas. Entre las frágiles orquídeas y las robustas carnívoras, pasando por los inmortales cactus, seguro que encuentras alguna que se adapte a tu personalidad y tu rutina diaria. ¡Consulta con un profesional!
Humaniza la casa
Aprovecha al máximo, si es posible, la luz natural. Procura mantener las persianas siempre subidas si vives en un lugar con clima frío y nebuloso. Si este es el caso, pinta con colores claros los interiores, así la luz rebotará con mayor facilidad y dará una sensación de amplitud que servirá para contrarrestar el efecto “agujero” que producen los días nublados.
Adapta la gama de colores de tu casa a los colores locales, es decir, que estén en relación con su clima.
Para tu oficina o lugares de trabajo
Si lo que se va a realizar es la reforma o rehabilitación de un espacio para su posterior uso como lugar de trabajo, también debemos tener en cuenta el factor confort. Piensa que la gente que va a utilizar esos espacios tiene casi las mismas necesidades que las que puedan tener en su hogar, somos humanos.
Cada vez más se le da importancia a crear lugares de trabajo que empaticen con las personas que lo usan. A nadie le conviene crear un espacio del que las personas quieran huir.
Cuando se reforma un espacio para el trabajo hay que tener en cuenta que debemos crear las condiciones ambientales óptimas para el buen desarrollo de las actividades que allí tengan lugar.
La limpieza
Aunque parezca una obviedad, no siempre se le presta atención a algo tan básico. A veces, una oficina se puede convertir en un estercolero. Por eso es importante que haya espacios comunes bien adaptados a las necesidades de las personas, donde hacer un pequeño descanso o tener una larga reunión. Así pues, necesitarás muebles robustos, duraderos y sencillos de usar que sirvan para almacenar cosas y ocupen poco espacio.
La distribución
En una reforma para una oficina, por ejemplo, habría que reformular bien la distribución de estos espacios para que sea lo más racional posible, sin olvidar incluir elementos que ayuden a producir una sensación de comodidad y confort a las personas. Es decir: poner suficientes papeleras combinadas con el resto de mobiliario, crear un espacio para el relax y la distensión, crear espacios amplios y diáfanos que ayuden a relajarnos, evitar espacios pequeños e incómodos que parezcan agujeros invivibles, etc. Y, por supuesto, siempre que se pueda, cristaleras con luz natural. Dotan al espacio de una apariencia de limpieza tanto al que trabaja en ellas, como al que va de visita o el que te ve desde fuera.
La moqueta
Sabemos que se hace a menudo, pero no. ¡No pongáis moqueta! Es sucia, huele mal y es difícil de limpiar. Recomendamos alternativas como tarimas flotantes de colores claros y cálidos, suelos de linóleo, madera… ¡cualquier cosa menos moqueta!
Muebles ergonómicos
Suele pasar que te toca una silla insufrible y, claro, sufres de la espalda. Pues que lo sepáis, lo no va más son los balones hinchables de Pilates! Al parecer son un buen recurso para evitar molestias de espalda cuando tu trabajo consiste en pasarse muchas horas sentado delante de un ordenador. Existen gran variedad de tamaños y colores según la estatura de la persona. Eso sí, darán un aspecto extrovertido y alternativo al lugar de trabajo; si se combinan bien los colores incluso divertido.