En el momento en el que grites “esta casa es una ruina” posiblemente ya sea demasiado tarde. Las cosas no suelen pasar por qué sí y llevan su tiempo, sobre todo en lo que a tu hogar se refiere. ¿Todavía recuerdas esa época en la que todo funcionaba bien en tu casa? Nunca te hubieses imaginado que tendrías que llamar a una empresa de reformas tan pronto. Tu casa no era como las demás, pensabas que no envejecería, que todo estaba nuevo y que era la mejor compra que habías hecho. Pero la realidad te ha sacudido duramente, necesitas reformar tu vivienda, por lo menos conseguir mejorar algunas cosas para que, este invierno, no parezca tú último invierno.
Las cosas a su debido tiempo
Tu hogar, ya sea una casa o un piso necesita un cuidado permanente. Por eso nuestros servicios no son solo ocasionales. Necesitas gente de confianza que te ayude en las obras y reformas que quieras hacer durante todo el proceso y que te informe adecuadamente del mantenimiento. Estar bien asesorado significa no tirar el dinero y evitar verte metido en una inversión que te causa pérdidas innecesarias.
Para que tu casa no se una ruina lo primero que tienes que hacer es asesorarte antes del momento de la compra. Ya sea un piso nuevo o de segunda mano, si realizas una mala comprar tendrás problemas permanentes que derivarán en otros peores. A veces por no acudir a un experto e intentar ahorrar un poquito se comete un error, una imprudencia cuya consecuencia ya no serán de unos pocos euros si no de unos miles.
No esperes a que la situación te supere, ¡es el momento de descolgar el teléfono y llamarnos!
¿Cómo debo cuidar mi casa en invierno?
El invierno es un momento duro para cualquier vivienda. En esta temporada se ponen a prueba muchas cosas. Se verá hasta qué punto la casa necesita cambios o una reforma. Si has acondicionado recientemente tu casa para el invierno podrás contrastar la diferencia con lo que tenías anteriormente. Sobre todo, en temas de aislamiento, calefacción, retención de la temperatura, humedades, etc.
Para este y todos los inviernos revisa el aislamiento de la vivienda, tapa grietas y agujeros por donde veas que se filtra el aire sobre todo en juntas, puertas y ventanas. Si no tienes doble ventana piensa seriamente en instalarla, en invierno ¡se nota! En el caso de que vivas en un lugar donde bajan muchos las temperaturas o no tienes calefacción prepara y revisas tus tuberías para que no se congelen, puedes protegerlas con espumas, cintas de calefacción, etc. Si vives en una casa, limpia las canaletas de las hojas y demás residuos que se hayan acumulado durante el otoño, es importante que no estén obstruidas.
Prepara tu vivienda para el invierno
Empecemos por el principio, ¿por qué es importante preparar tu casa para el invierno?
Principalmente porque en invierno hace más frío y humedad, sobre todo si vives por Galicia. Tanto en ciudades como Vigo o Pontevedra o más en el interior, como en zonas de Ourense la humedad está muy presente y las lluvias abundantes y, en ciertas zonas, el frío y la nieve te acompañarán buena parte del invierno. ¿Qué sucede cuando se dan estas circunstancias? Pues que las viviendas que tiene que soportar este tipo de climatología deben estar bien construidas y aisladas, y no, no siempre lo están incluso cuando lo parece. Como consecuencia el gasto de electricidad, gas u otros combustibles que utilices para calentar tu hogar aumenta considerablemente y por tanto el gasto también. Está claro que en invierno el gasto energético siempre aumenta, pero se debe optimizar la vivienda para que este sea el mínimo posible. Si consigues acondicionar bien tu casa para conseguir el máximo ahorro energético. conseguirás dos cosas muy importantes: por un lado, te supondrá un ahorro energético bastante considerable que se traducirá en un ahorro económico; y, por otro lado, la vivienda envejecerá menos y se mantendrá en buen estado más tiempo. Tu casa necesita estar convenientemente aislada y tener una buena temperatura para que se degrade lo menos posible y resista mejor el paso de los años. A la larga esto ayuda a que todas las instalaciones, decoración, electrodomésticos, etc. se conserven en mejor estado y no tengas que invertir tanto en cambios de materiales, reformas, reparaciones de estructuras, cambios de electrodomésticos, etc.
La casa es como un ser vivo al que hay que cuidar manteniéndolo todos los días.