Puede suceder que, después de haber ojeado diferentes revistas y seguir todos los días las páginas más vanguardistas y de diseño y decoración de interiores, sigas sin tener ni idea de qué hacer con tu vivienda y su decoración. Simplemente no te gusta nada de lo que ves y te parece que no encuentras cosas que se adapten a tus gustos y necesidades.
En ese caso, deja volar tu imaginación e intenta innovar por ti mismo, es la ventaja de DIY (do it your self). Está claro que no podrás realizar la decoración de interiores completa de tu casa haciéndolo tú solo, pero el DIY es una solución que para mucha gente se presenta como la mejor alternativa.
Los muebles que más abundan siguen el gusto y estándares más extendidos, el mainstream. Hacer las cosas tú mismo, tanto si se trata de hacer pequeñas obras de una reforma como diseñar mobiliario, restaurar elementos decorativos o la mecedora de tu abuela, tiene dos importantes ventajas:
1.- Eres tú mismo el que vas a elegir que muebles y la decoración a usar, por lo tanto, podrás adaptarlas a tu gusto y a tus necesidades personales. Nadie mejor que tú conoce lo que le hace falta y qué es lo que te gusta más.
2.- Podrás ahorrarte una buena cantidad de dinero. Al mismo tiempo podrás reciclar y reutilizar elementos decorativos contribuyendo a aumentar el consumo responsable, sostenibilidad y ahorro energético.
Sigue leyendo y descubrirás la tercera ventaja de hacer las cosas tú mismo, ¡es muy importante!
Todas las casas parecen iguales
Esto tiene mucho que ver con la tercera ventaja de hacer las cosas tú mismo, de la cual vamos a hablarte ahora. En lo que a decoración de interiores, reformas, o diseño de interiores se refiere lo que ahora se llama DIY, no es más que lo que se ha hecho siempre: solucionar las cosas uno mismo. Y aunque es cierto que hay que acudir a los profesionales para asesorarse y hacer las cosas bien, también es cierto que la gran ventaja de hacer las cosas tú mismo es que tienes la posibilidad de salirte de la norma.
Cuando vamos a los bares, casas de amigos, restaurantes, centros comerciales, oficinas, etc., muchas veces nos da la impresión de que la decoración y el diseño ya es igual en todas partes. Como si todas las tendencias o estilos se hubiesen estandarizado. Esto provoca en nosotros una sensación muy común, que todos conocemos, por muy vanguardista, hermosa e innovadora que sea la decoración de interiores no podemos evitar que nos resulte poco humana e impersonal.
Ahí es cuando descubres lo bonito y lo interesante de crear tú mismo tu propia decoración de interiores, la fabricación de objetos de decoración, la restauración de los muebles, la creación de ambientes, etc. De repente, simplemente por esto, consigues que tu casa se convierta en tu hogar, que un espacio cualquiera sea tu lugar favorito. Eso es lo que tienes que aprender a hacer y en lo que un profesional del mundo de la decoración y las reformas tiene que ayudarte cuando lo contrates, ¡recuérdalo bien!
La decoración de interiores es todo un mundo
Un mundo de ilusiones y de grandes pasiones, ¡descúbrelo! Si eres de las personas que le gusta decorar su propia casa y cambiar cositas o muchas cositas cada temporada ya te habrás dado cuenta. Existe infinidad de posibilidades y de estilo con los que innovar y sorprenderte a ti mismo. Tu hogar es muy importante y no quieres que tus propias cosas con las que convives a diario acaben aburriéndote. Necesitas nuevos colores, nuevas formas, nuevos muebles, nuevas sillas, sillones, sofás, en resumen, en la variedad está el gusto y tú, gusto, tienes mucho.
¿Le tienes miedo a la decoración de interiores?
Si lo tuyo no es la decoración y tu casa para ti es simplemente un contenedor tampoco obligues a la gente que te visita, familiares, pareja y amigos a que cada vez que te visiten le entren ganas de salir corriendo de tu casa. Pon un poco de amor a las cosas y por lo menos déjate aconsejar para hacer alguna reforma en tu casa y que tu gente se sienta a gusto en tu compañía. En ese caso más que ojear revistas y páginas web, por favor, habla con algún amigo o pareja y que te eche una mano. Si el presupuesto te lo permite ya sabes, ¡acude a un profesional! Te cambiará la vida, ¡y lo sabes!
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