Después del ajetreado verano llegó el momento de volver a las rutinas domésticas y a recogerse en casa, a eso, le llamamos otoño. Muchas veces durante el verano, y no queremos ser nostálgicos, la casa está más descuidada. Sin embargo, eso no quita que en esta temporada otoñal preparemos la casa para construir un hogar confortable y caluroso que se convierta en hogar y refugio para lo que queda de otoño y el invierno que se acerca.
Tu hogar, como todo refugio, tiene que tener aquellas cosas que te parecen indispensables para tu bienestar. Primero, revisa aspectos que tiene que ver con la propia construcción de tu vivienda y, luego, vete a los detalles más finos y atractivos como puede ser la decoración, mobiliario, diseño y el reparto del espacio.
En tu refugio pasarás muchas horas, ¡ponlo bonito!
Decimos refugio porque, tanto en invierno como otoño, anochece más tarde y se trabajan más horas. Si a esto le añadimos el mal tiempo, se dan todas las circunstancias para que prefieras quedarte en casa tus ratos libres en lugar de pasarlos a la lluvia.
Pon en valor tus rutinas familiares y tus aficiones para crear el diseño del espacio. Si justo estás preparando tu casa, con una pequeña reforma en el baño, la cocina o habitaciones de los niños, piensa de qué manera usas la casa y cómo te sentirías a gusto en ella. Aunque no parezca importante muchas veces no nos gusta estar en casa porque no la ponemos “a nuestro gusto” y nos sentimos extraños en nuestra propia casa. Para que esto no ocurra hacen falta dos cosas: primero, tener claras tus necesidades; y, segundo, buscar que mobiliario y decoración te proporcionará más comodidades. Para esto puedes recurrir a profesionales en el sector de la decoración y diseño de interiores para asesorarte y buscar soluciones. Una comunicación buena y fluida con el decorador, diseñador o arquitecto correspondiente es la base para que la decoración de tu casa resulte satisfactoria. Como cliente es importante tener cierto feeling con las personas que contrates para un trabajo profesional.
Aislamiento de la casa
Siempre lo decimos, revisa de forma periódica el aislamiento de tu casa. Otoño es una de esas estaciones en las que las bajadas de temperaturas y sobretodo las lluvias pondrán aprueba tu vivienda, su aislamiento y estructura. Estate atento si las ventanas están en buen estado y no se filtra aire ni humedades, pero no pierdas de vista la cubierta de la casa (en caso de que vivas en una casa) y las posibles filtraciones de agua.
¿Cómo retener el calor en tu refugio?
Además de tener un buen sistema de calefacción más o menos respetuoso con el medio ambiente, implantando tecnologías que usen energías renovables, existen más factores que pueden ayudar a mantener caliente la casa o en su defecto a retener más el calor.
Las cortinas, tu aliado
Partiendo de la base que el aislamiento esté razonablemente bien y el estado general sea óptimo, hay alguna rutina que puede ayudarte. Por ejemplo, las cortinas, ese elemento que además de decorar es bastante importante a la hora de regular la entrada esa fuente de energía vital que es el sol.
Un buen grosor de cortinas para el invierno
Durante el otoño e invierno puedes ayudar a calentar y retener el calor usando este elemento. Como las horas de luz escasean durante estas estaciones, es recomendable dejar las cortinas y persianas levantadas durante el día, para que entre luz y caliente la casa. Al contrario, cuando anochezca, las cortinas deben cerrarse, para que mantengan el calor en el interior. En estos meses otoñales, son muy prácticas las cortinas dobles con un buen grosor.
El color de las cortinas
El color también influye. Si en verano usábamos colores claros para reflejar la luz ahora se usarán colores oscuros que la retengan y aumente la temperatura. Existen telas aislantes, especiales para cortinas con forros térmicos. Pueden ser recomendables dependiendo de la temperatura que se alcance en tu vivienda y el tipo de decoración que quieras.
Cuando pongas tus cortinas de invierno es conveniente que cubran todo el ventanal y dejar el margen suficiente para que estas creen los típicos pliegues tan comunes en las cortinas. Esa especie de olas u ondas de la cortina, ayudan a retener el frío.
Y recuerda que, antes de cerrar ventanas, ventilar veinte minutos la casa por la mañana, cuando haya luz, ayudará a sacar la humedad de la vivienda además de renovar el aire.