Hasta que el cambio climático no te diga lo contrario, por ahora existen cuatro estaciones. Temporadas distintas en las cuales vives de forma diferente junto con tu casa, el octavo pasajero. Ahí está, siempre en silencio, tu casa. Sabes que es un miembro de la familia y, como tal, también conoce el paso del tiempo. La casa es un ser vivo más, con la diferencia de que no es independiente, vive contigo. Nace, crece, evoluciona e, incluso a veces, se reproduce. Todo ello siempre con tu gratitud y compañía. Ella te hace a ti y tú la haces a ella. Tu vivienda es el centro neurálgico de toda tu vida y, de alguna forma, te representa.
El interiorismo en otoño
Debido al paso del tiempo y paso de las estaciones el otoño también le llega a tu hogar. Una temporada especial, de cambio, de muda, de inicio y fin de ciclo. El otoño representa muchas cosas. Además de su carácter, es característico del otoño empezar a resguardarse, refugiarse y quedarse más tiempo en el hogar. El otoño tiene un algo de epidérmico, por ello es una estación crucial para saber si estás cómodo en tu hogar. Si te sientes cómodo en tu vivienda durante el otoño, posiblemente tu casa esté en las condiciones óptimas para ti.
Y esto es importante. Un buen trabajo de interiorismo es aquel que se adapta mejor a tus necesidades y deseos creando una simbiosis perfecta entre tú y tu casa. Teniendo en cuenta, claro está, las tendencias que nos brinda cada momento y temporada del año.
El otoño tiene su propia luz, sus propios colores y por ello, debemos aprender a disfrutar de ellos y sacarles el mayor partido.
Si quieres saber más cosas sobre el interiorismo y el otoño, sigue leyendo.
El color y luz en otoño
Tonos cálidos
Se tiende a pensar que cada temporada tiene unos tonos característicos. Sin embargo, puedes jugar más allá de la convenciones. Lo más importante es conseguir un resultado armonioso agradable y práctico para tu vida en la casa. Si bien, los tonos cálidos te ayudarán a crear un ambiente más acogedor y familiar, da muy buenos resultados contrastarlos de alguna manera con tonos más fríos. Esto lo puedes hacer mediante la luz a natural o la artificial. También puedes buscar un contrapunto frío utilizando elementos decorativos que rompan un poco con la tendencia general. Es decir, si tienes las paredes pintadas con tonos cálidos, posiblemente quedará bien que algunos tapices o muebles tengan una gama fría.
En todo caso, la luz artificial más otoñal es la luz cálida. Entre otras cosas porque, esta luz, tiende a relajar y ayuda a descansar mejor. Por ello, es una óptima iluminación después de que el sol se acueste y quieras reposarte.
Los tonos fríos durante el otoño
Un ejemplo del estilo decorativo que usa el frío como bandera, es el escandinavo. Es un estilo que tiene mucha influencia en nuestros hogares, al tener unos acabados y líneas muy suaves mezclados con texturas muy orgánicas. Además, el diseño escandinavo es muy elegante y funcional. Es una buena opción para tu casa y para el otoño, en todo caso, como dijimos anteriormente, está bien que lo combines con elementos cálidos y que juegues con puntos de luz más “warm”. Si no, tu hogar parecerá un iglú y, recuerda, que elegante es el que sabe elegir.